lunes, 18 de agosto de 2008

Reseña. Divertirse hasta morir

­­­­­Alumna: Marlenne Judith López Cabanillas
Sede: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)
Tutor: Manuel de Jesús Molina de Ávila

Postman Neil. (1991). “Divertirse hasta morir” El discurso público en la era del show Business (pp.163-171). Barcelona: Ed. de la Tempestad.

En esta lectura Huxley nos habla de cómo uno como ser humano, en la mayoría de las veces nos vamos complicando la vida, nosotros mismos vamos formando guardianes y puertas, sin necesidad de construirlas. Por ejemplo: en ocasiones cuando tenemos hermanos mayores siempre pensamos que nos está vigilando por su propia voluntad y es todo lo contrario nosotros los observamos por nuestra cuenta.

Por otro lado, nos menciona de cómo en Estados Unidos se han esforzado por poner fin a la era de la palabra impresa, trayendo así la televisión, donde al introducirla Estados Unidos ha dado al mundo la visión más clara del futuro huxleyano. Realmente lo que esta ocurriendo en Estados Unidos no es un designio de una ideología articulada, ni una lucha, sino mas bien una consecuencia de un cambio dramático en nuestros modos de conversación pública. Sin embrago, es una ideología por que impone un estilo de vida, un tipo de relaciones humanas y de ideas, sobre las cuales no hay consenso, ni discusión, sino solo conformidad. La conciencia pública todavía no ha asimilado el hecho de que la tecnología es ideología, a pesar que frente ante nuestros ojos la tecnología en Estados Unidos ha alterado todos sus aspectos, durante los últimos ochenta años.

Hemos visto bastante, que para saber que los cambios tecnológicos en nuestras formas de comunicarnos están aún más cargados de ideología, que las modificaciones en nuestro medio de transporte. Todo lo que se necesita para mantenerla unida es un público que crea en lo inevitable del proceso.

Nos habla que en muchas naciones civilizadas limitan por medio de una ley, las horas de televisión que se puedan transmitir, mitigando de esa forma el papel que juega la televisión en la vida pública. Si se aplicará aquí en México, ¿cuál sería el impacto en nuestra audiencia?

En 1984 en el New York Times aparece un relato de los planes de consejo de la Biblioteca de Farmington, para promocionar un <>, donde el año pasado se realizó un esfuerzo similar a fin de conseguir que la gente dejará de ver la televisión por un mes. La pregunta aquí es: ¿de qué nos serviría un apagón de un mes?
Considerando que es mucho más gratificante cuando se eliminan ciertos contenidos de la televisión, por ejemplo: caricatura o programas promoviendo la violencia, que simplemente un apagón de televisión. En la actualidad es común ver como los alumnos imitan a sus personajes de caricaturas o de video juegos preferidos, dejando al descubierto el grado de violencia en ellas.

John Lindsay sugiere que los anuncios políticos deben de ser prohibidos en televisión, así como los cigarros y bebidas alcohólicas. Donde él estaría dispuesto a testificar que ver anuncios políticos es perjudicial para la salud intelectual de la comunidad. Señalando que la televisión resulta más útil cuando nos presenta entretenimientos intrascendentes y nos hace más daño cuando asume modos serios de discurso, como son: las noticias, ciencia, educación, religión, transformándolos en entretenimiento.
El problema no esta en qué mira la gente, sino en lo que miramos, la solución está en cómo miramos, ya que tenemos que aprender qué es la televisión. Ya que aún no se ha realizado un debate para comprender de parte del público sobre qué es la información y cómo impone directrices a la cultura.

Las escuelas aún no se han puesto analizar el papel de la palabra impresa en la modelación de nuestra cultura. Pero los educadores sí están conscientes de los efectos de la televisión en los alumnos con la llegada del ordenador o el procesador de textos.

Es importante señalar que ningún tipo de medio es peligroso si los usuarios perciben sus riesgos.

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